Tarde o temprano era una noticia que iba a llegar a nuestra redacción. Microsoft el día 24 de junio nos presento su nuevo Windows 11 y junto con el, revelo los requisitos que nuestros dispositivos debían cumplir para poder tener acceso a dicha actualización mediante Windows Update, Media Creation Tool o Update Assistant.
De acuerdo a la documentación que Microsoft agrego a Windows 11, los dispositivos debería tener procesadores (CPU) muy actualizados, tener TPM 2.0 y SecureBoot habilitados para poder realizar la instalación.
Uno de los inconvenientes que muchos usuarios tienen a la hora de tener acceso a la actualización es por el TPM 2.0, este chip viene incorporado en los ordenadores que se han vendido en los últimos años, sin embargo, en mucho de estos equipos el chip esta desactivado. Los usuarios puede habilitar el TPM ingresando a la BIOS del ordenador o bien omitirlo directamente.
En pocas palabras, si usted tiene un ordenador comprado antes de 2017 es probable que no pueda instalar Windows 11, ya que otro de los requisitos indispensables para poder tener acceso a la actualización es tener un procesador Intel de Octava generación o bien un AMD Ryzen 2000.
Microsoft podría reducir los requisitos del sistema para poder instalar Windows 11
Hasta aquí las cosas las tenía bastante claras Microsoft, sin embargo, en los últimos días se ha realizado un linchamiento cibernético a la compañía, por lo que los Redmond podrían reducir los requerimientos del sistema para poder tener Windows 11 en nuestros ordenadores.
Anteriormente, Microsoft afirmaba que los procesadores Intel de séptima generación no eran compatibles con su nuevo Windows, aunque en el usuario ejecute Windows 10 y sus aplicaciones.
Según la compañía, el bloquear dichos ordenadores con procesadores más antiguos se basa en ofrecer a su nuevo Windows hardware más modernos para así poder conseguir un mejor rendimiento. No obstante, se puede instalar en ordenadores más antiguos, pero el rendimiento lógicamente no será el mismo.
Pero al parecer, Microsoft esta dando pasos hacia atrás en cuanto a procesadores hablamos, recientemente la compañía podría aprobar los procesadores de Intel de séptima generación y los AMD Zen 1, pero no sin antes realizar algunas pruebas de rendimiento.
Si las pruebas resultan positivas, estos procesadores podrán tener acceso a la actualización, de lo contario, se mantendrá en los requisitos iniciales.
Desafortunadamente Microsoft no planea llevar Windows 11 a procesadores de sexta generación de Intel o más antiguos de AMD.
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