Recientemente, AMD ha presentado un controlador de chipset significativo para el sistema operativo Windows 11/10, el cual ha mejorado el desempeño de las unidades de procesamiento Ryzen.
El foco principal de esta optimización ha sido en los procesadores más recientes, los 7000X3D, cuyo diseño ha llevado a AMD a desarrollar estas mejoras específicas. De esta forma, se ha logrado optimizar el rendimiento de las nuevas unidades de procesamiento.
A pesar de que los resultados de los puntos de referencia de rendimiento filtrados sugieren que el nuevo 7950X3D no logra superar completamente al competidor Intel i9-13900K, el nuevo controlador de AMD ha permitido que supere a Intel en términos de eficiencia energética.
El consumo de energía de la unidad de procesamiento AMD es casi la mitad del de Intel, mientras que se mantiene un rendimiento similar. Los usuarios pueden aprovechar esta característica mediante el uso del método disponible en Xbox Game Bar.
¿Windows 11 ya no es el rey? AMD Ryzen brilla en Linux
Tras estas mejoras realizadas en Windows, los ingenieros de AMD se encuentran trabajando en la inclusión de mejoras en el estado de rendimiento Pstate del control de rendimiento colaborativo del procesador (CPPC) en el kernel de Linux. Actualmente, el CPPC de AMD cuenta con dos modos: Activo (autónomo) y Pasivo (no autónomo). El kernel está siendo actualizado para incorporar un tercer modo, el modo autónomo guiado.
De acuerdo con Phoronix, este nuevo modo autónomo guiado proporciona una combinación óptima de los dos modos previos. Esto significa que es capaz de proporcionar un rendimiento óptimo bajo una carga de trabajo específica (similar al modo Pasivo), pero sin ignorar los rangos de rendimiento mínimo y máximo, así como las preferencias de rendimiento energético (EPP) configuradas en el modo Activo autónomo. En resumen, este parche ayudará a mejorar la eficiencia de los procesadores Zen.
El parche reciente incluye mejoras significativas en el control de rendimiento del procesador colaborativo (CPPC) de AMD para Linux. Las mejoras se reflejan en tres modos: el modo autónomo, el modo no autónomo y el modo autónomo guiado, cada uno con diferentes características.
El modo autónomo se centra únicamente en los valores configurados en los registros de preferencia de rendimiento mínimo, máximo y energético, y desestima las solicitudes del nivel de rendimiento deseado.
Por otro lado, en el modo no autónomo, el sistema operativo proporciona el nivel de rendimiento deseado directamente a través del registro de rendimiento deseado.
La tercera opción, el modo autónomo guiado, establece el nivel de rendimiento operativo de manera autónoma según la carga de trabajo actual y dentro de los límites establecidos por el sistema operativo.
Esta opción considera tanto los registros de rendimiento mínimo y máximo como las preferencias de rendimiento energético, y permite una combinación óptima de ambos modos anteriores.
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