Si está buscando entender el concepto de software en el mundo de la tecnología y los negocios, un término que encontrará invariablemente es «software de código cerrado«.
Este tipo de software, también conocido como software propietario, contrasta con un modelo de código abierto en el que el código del software se pone a disposición de terceros. En este artículo, examinaremos más de cerca qué es el software de código cerrado, sus componentes clave y sus ventajas y desventajas.
En qué consiste el software de código cerrado
El software de código cerrado, o propietario, es software privativo licenciado bajo el derecho legal exclusivo del titular de los derechos de autor. Con el software de código cerrado, el código fuente no está fácilmente disponible para los usuarios finales o desarrolladores de terceros que no tienen acceso al funcionamiento interno del software.
Esta limitación se aplica a las personas o empresas que deseen utilizar o modificar el software.
En el software de código cerrado, el código fuente suele mantenerse oculto al público, lo que permite al desarrollador o vendedor beneficiarse del control del uso, modificación y distribución del software.
Según este modelo, el vendedor o creador es responsable de todos los aspectos del software, y los clientes no pueden realizar los cambios o correcciones necesarios en el software de la forma en que pueden hacerlo con un modelo de código abierto.
Pros y contras del software de código cerrado
Una de las mayores ventajas del software de código cerrado es su mayor nivel de seguridad. Con el software de código cerrado, sólo un grupo selecto de desarrolladores tiene acceso al código, lo que dificulta a los hackers menos experimentados explotar las vulnerabilidades y obtener acceso al software.
Además, el código cerrado suele tener un mayor nivel de usabilidad en comparación con el software de código abierto, que depende en gran medida de las contribuciones de los usuarios y carece del control centralizado del software de código cerrado.
Por lo general, el código cerrado se somete a un proceso de desarrollo más riguroso, recibe más asistencia al cliente y es más fácil de usar, por lo que resulta más sencillo de navegar y utilizar para el usuario medio.
Por otro lado, las limitaciones del software de código cerrado pueden resultar problemáticas para algunos usuarios. La falta de acceso al código fuente del programa hace que sea difícil para los desarrolladores identificar y corregir cualquier error o problema, lo que lleva a actualizaciones y parches más lentos y menos eficientes.
Los clientes de software de código cerrado también tienen que depender del proveedor para las actualizaciones, lo que dificulta garantizar que el software se mantenga actualizado y libre de vulnerabilidades.
Otra desventaja del software de código cerrado es el control exclusivo del proveedor sobre las características y funcionalidades del software. Esta falta de flexibilidad contrasta fuertemente con el software de código abierto, que fomenta y se basa en pruebas, modificaciones e innovaciones constantes por parte de diversos usuarios y desarrolladores.
Aplicaciones del software de código cerrado
Este tipo de software se utiliza habitualmente para aplicaciones como Microsoft Office y Adobe Photoshop, que requieren un alto nivel de usabilidad, fiabilidad y seguridad.
Estas aplicaciones deben someterse a rigurosas pruebas y procesos de desarrollo para garantizar que cumplen los estándares necesarios. Por estas razones, el desarrollador o proveedor puede optar por mantener oculto el código fuente, ya que proporciona la protección necesaria para mantener y mejorar estas aplicaciones.
Por lo tanto, el código cerrado es un software desarrollado y licenciado bajo un derecho legal exclusivo, en el que el código fuente permanece oculto al público.
Las ventajas del software de código cerrado incluyen su mayor nivel de seguridad en comparación con el software de código abierto, así como su usabilidad y funcionalidad.
Sin embargo, la naturaleza propietaria del software puede causar problemas con actualizaciones más lentas y falta de flexibilidad en las características del software.
En última instancia, depende de las necesidades y deseos del usuario determinar si el software de código cerrado o de código abierto es la mejor opción.
