Con el nuevo MacBook Pro M5 se confirma que la compañía Apple sigue dominando el rendimiento, aunque su sistema de refrigeración continua siendo un punto bastante delicado. De acuerdo a las pruebas extremas, el chip 5 alcanza hasta 99 °C, una cifra alta pero sorprendentemente estable. A pesar de mantener un solo ventilador, logra un comportamiento termino más eficiente que su antecesor, el MacBook Pro M4.
Con este equilibrio entre potencia y temperatura refleja una estrategia clara de Apple: más rendimiento sostenido sin rediseñar el sistema de refrigeración. Aunque la temperatura máxima puede aparecer preocupante, los resultados demuestran una gran gestión térmica más controlada y coherente.

MacBook Pro M5: limitación térmica, pero con avances reales
Durante las pruebas de Max Tech, el nuevo modelo de 14 pulgadas enfrentó una sesión exigente con Cinebench 2024 Multi-Core. El chip M5 alcanzo una temperatura media de 98,95 °C, con un pico máximo de 99 °C. En comparación, el M4 registro 100,9 °C de media con picos de hasta 114 °C, a pesar de compartir el mismo diseño térmico: un ventilador y un tubo de calor.
El MacBook Pro M5 mantiene temperaturas más bajas incluso consumiendo más energía, lo que sugiere mejoras en la gestión térmica, señalan desde Wccftech.
La clave podría estar en una mejor almohadilla térmica o en un control de ventilador más agresivo. Por otra parte, algunas fuentes mencionan la posibilidad de que los Cupertinos estén utilizando materiales como la PTM 7950, una almohadilla de cambio de face que rivaliza con el metal líquido en conducción de calor. Aunque esto no está confirmado, los datos son claros: el nuevo chip consume consume 21,8 W frente a los 18,4 W del M4, pero mantiene una carcasa por debajo de los 38 °C.
Rendimiento sostenido y eficiencia en el límite del diseño
El comportamiento del M5 revela una estrategia de equilibrio más que de fuerza bruta. Cinebench es una de las pruebas más duras para las CPU y GPU, y los descenso de frecuencia observados no representan un fallo, sino una limitación térmica protectora. En el uso real, edición de vídeo, renderizado o tareas en 3D, el sistema rara vez alcanza esas temperaturas tan extremas.
La compañía Apple parece haber ajustado el rendimiento para mantener un funcionamiento mucho más estable y silencioso, incluso en las cargas más intensas. Con este enfoque se nota especialmente en tareas prolongadas, donde el MacBook Pro M5 evita los picos de calor que afectaban al M4 y conserva un flujo de trabajo más consistente.
Una estación de trabajo compacta con control térmico inteligente
El nuevo MacBook Pro M5 no es el más frío del mercado, pero sí uno de los más equilibrados. En modelos más grandes, como los M5 Pro y M5 Max, con doble ventilador, la temperatura sostenida se mantiene aún más baja.
Sin embargo, el modelo de 14 pulgadas apunta a otro público: quienes buscan máxima potencia en un formato silencioso y ultracompacto. Con esta generación, Apple demuestra que el calor sigue siendo un desafío inevitable en los chips de alto rendimiento, pero también que la eficiencia térmica del M5 supera al M4 sin necesidad de rediseñar su estructura. Un logro técnico que refuerza la madurez de la línea Apple Silicon.




































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