En la era de de ChatGPT y otras inteligencias artificiales (IA) generativa, se plantea la pregunta sobre qué tan perfecta es realmente esta tecnología. A medida que uno se sumerge en las conversaciones generadas por IA, resulta evidente que sus errores son cada vez más evidentes. Sin embargo, para los escritores de redes sociales, parece que las empresas consideran que la IA es «suficientemente competente» para llevar a cabo su trabajo.
El periódico The Washington Post puso de relieve la historia de Olivia Lipkin, una redactora de 25 años proveniente de San Francisco que trabajaba en una empresa emergente de tecnología. En un principio, no le dio mucha importancia a ChatGPT cuando se lanzó en noviembre pasado. No obstante, durante los meses siguientes, Lipkin notó que sus gerentes comenzaron a referirse a ella como Olivia/ChatGPT en Slack, lo cual resultó bastante descortés. Para su sorpresa, en abril fue despedida sin recibir una razón concreta.
La historia de Olivia Lipkin: ¿Víctima de ChatGPT o de la coyuntura económica?
Según informes, Lipkin descubrió que los gerentes de la compañía habían estado escribiendo acerca de cómo ChatGPT era más económico en comparación con la contratación de un escritor. Esto le dejó claro el motivo de su despido.
«Cada vez que la gente mencionaba ChatGPT, me sentía insegura y ansiosa de ser reemplazada», declaró. «Ahora tenía pruebas de que esas ansiedades eran justificadas y me encontraba sin empleo debido a la IA».
Microsoft ha sido un gran defensor en el ámbito de la IA generativa, respaldando el desarrollo de ChatGPT a través de su financiamiento a OpenAI. Además, han lanzado Bing Chat, no con el objetivo de reemplazar a los trabajadores humanos, sino de brindarles apoyo.
Microsoft ha buscado equilibrar la idea de que la IA puede llevar a cabo algunas tareas humanas con la noción de que estas herramientas deben utilizarse como complemento, en lugar de sustituto, de la labor humana.
Un punto crucial a considerar en la historia de Lipkin es el contexto económico en el que nos encontramos. Con el aumento de las tasas de interés en todo el mundo, los consumidores están reduciendo sus gastos y las empresas están implementando recortes para reducir costos y centrarse en proyectos rentables.
Es probable, especialmente teniendo en cuenta que Lipkin trabajaba en una empresa nueva, que su despido estuvo más relacionado con restricciones presupuestarias que con ChatGPT tomando el control total de los puestos de trabajo.
El verdadero impacto de la IA generativa se revelará una vez que la inflación disminuya, las tasas bajen y la normalidad se restablezca. Si los seres humanos son reemplazados de manera permanente, esto podría generar grandes problemas para aquellos afectados.
En este sentido, resulta fundamental analizar de manera detenida cómo se implementa la IA en el entorno laboral y cómo se puede mitigar su impacto negativo en los trabajadores.
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