Lo que comenzó como una noticia emocionante para los fanáticos de Winamp, el icónico reproductor de audio que marcó una generación, terminó en un verdadero caos.
En mayo de 2024, el Grupo Llama anunciaba con bombos y platillos que liberarían el código de Winamp como proyecto de código abierto. Sin embargo, la realidad golpeó fuerte cuando el código fue publicado en septiembre y rápidamente se convirtió en un desorden lleno de problemas técnicos y legales.
Código de Winamp: El regreso de un ícono… ¿desastroso?
Para los nostálgicos de la era Napster, Winamp no es solo un reproductor, es parte de la historia del audio digital. Cuando el Grupo Llama se hizo con los derechos del software, el plan de hacerlo código abierto generó una oleada de entusiasmo.
Después de todo, este movimiento prometía una nueva vida para el reproductor, con la posibilidad de que la comunidad de desarrolladores lo optimizara y lo mantuviera vivo por muchos años más.
Pero, como hemos aprendido, no todo lo que brilla es oro.
Código extranjero y problemas legales
Tal y como informa The Register, El verdadero problema surgió cuando, al liberar el código fuente de Winamp, accidentalmente incluyeron partes de otros productos, como Shoutcast DNAS, un servidor de transmisión de audio que ya no pertenecía al Grupo Llama, sino a Radionomy.
Esto desató un conflicto legal, ya que también se encontraron en el repositorio componentes del códec cuyos derechos son propiedad de Microsoft e Intel.
¿El resultado? La retirada inmediata del código de GitHub. Para entonces, ya se había armado un gran lío. La comunidad de desarrolladores que esperaba ansiosa se quedó decepcionada, mientras que los problemas legales y técnicos ensombrecían el futuro del proyecto.
Prohibiciones de bifurcación y un proyecto que naufraga
A esto se sumaron las críticas sobre las licencias. Originalmente, la licencia del código de Winamp prohibía bifurcar y redistribuir versiones modificadas del software, lo que generó frustración entre los desarrolladores.
Tras la lluvia de críticas, el Grupo Llama modificó la licencia, permitiendo la bifurcación (crear versiones derivadas del código), pero aún prohibía su redistribución.
Esto generó más malestar en la comunidad, que se preguntaba:
¿Cuál es el beneficio de contribuir si los derechos siguen en manos del propietario original?.
El caos estaba servido. A pesar de los tropiezos, varios desarrolladores lograron bifurcar el código y mantenerlo en circulación dentro de la comunidad, aunque de manera limitada y sin respaldo oficial.
Publicar proyectos antiguos: Un riesgo constante
El desastre con el código de Winamp es un claro ejemplo de los riesgos asociados a hacer públicos proyectos de software antiguos, especialmente cuando contienen código de terceros.
En muchos casos, las empresas que intentan abrir estos proyectos subestiman lo complejo que puede ser limpiar y separar adecuadamente los componentes que ya no les pertenecen.
Esto no solo consume tiempo y recursos, sino que puede generar problemas legales, como ya ha ocurrido en este caso.
Mientras el Grupo Llama guarda silencio ante la tormenta, la comunidad se mantiene a la espera de si intentarán nuevamente lanzar una versión más limpia del código de Winamp o si el proyecto quedará congelado indefinidamente.
