Canadá anunció recientemente la prohibición del uso de equipos y servicios de telecomunicaciones de Huawei y ZTE en las redes 5G y 4G del país. Esto debido a que estas dos empresas tecnológicas de origen Chino han sido catalogadas como un riesgo de seguridad demasiado grande para permitir su acceso a la red de telecomunicaciones del país.
Como resultado, los proveedores de servicios de telecomunicaciones en Canadá ya no se les permitirá utilizar equipos o servicios de las dos empresas; los equipos existentes deberá ser eliminados en un periodo de tiempo establecido.
Canadá no permitirá que equipos Huawei y ZTE hagan uso de sus redes 4G y 5G
Especificadamente, todos los dispositivos 5G existentes de Huawei y ZTE deberán retirarse antes del 28 de junio de 2024, mientras que los equipos 4G se otorgaron una prorroga hasta el 31 de diciembre de 2027. Por otra parte, la adquisición de nuevos equipos y servicios de las dos empresas chinas deben cesar antes de 1 de septiembre de 2022.
De acuerdo al anuncio oficial:
Hoy, el gobierno de Canadá garantiza la seguridad a largo plazo de nuestra infraestructura de telecomunicaciones. Como parte de eso, el gobierno tiene la intención de prohibir la inclusión de productos y servicios de Huawei y ZTE en los sistemas de telecomunicaciones de Canadá.
Y según su declaración política:
El gobierno de Canadá tiene serias preocupaciones sobre proveedores como Huawei y ZTE que podrían verse obligados a cumplir con instrucciones extrajudiciales de gobiernos extranjeros de manera que entrarían en conflicto con las leyes canadienses o serían perjudiciales para los intereses canadienses.
¿Pero qué ha pasado?
La respuesta es simple, este movimiento sigue las decisiones similares de los Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda y Japón, y todos los aliados cercanos de Canadá.
En Europa, Alemania, Francia, Bélgica, Dinamarca y Suecia han expresado anteriormente su preocupación por la seguridad de los equipos de telecomunicaciones de Huawei y ZTE, y todos están considerando prohibiciones similares.
Estos países, y más notablemente EE. UU., han acusado a Huawei y ZTE de robo de propiedad intelectual e investigación y desarrollo, puertas traseras en equipos de telecomunicaciones, espionaje y violación de las sanciones de EE. UU. contra Irán.
Como era de esperarse, las compañías chinas han negado todo lo anterior, no obstante, no lograron anular las decisiones políticas en su contra, lo que resultó en una caída repentina y dramática en los ingresos de los proyectos de infraestructura de red.
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