Kevin Mitnick, reconocido como uno de los piratas informáticos más buscados en su momento, falleció a los 59 años el 16 de julio tras una valiente batalla contra el cáncer de páncreas. Su obituario destaca su historia como una fascinante narrativa.
Desde sus primeros pasos en la intrusión informática en 1979 hasta su transformación como defensor de la ciberseguridad, su vida fue un verdadero viaje.
Los inicios de Kevin Mitnick como pirata informático
En 1988, Mitnick fue declarado culpable y condenado a 12 meses de prisión por copiar software de una empresa. Durante su periodo de libertad supervisada, irrumpió en los sistemas de correo de voz de Pacific Bell. Como fugitivo en los años 90, continuó hackeando redes celulares, sitios web de empresas y del gobierno.
El cambio de rumbo de Mitnick y su contribución a la ciberseguridad
Tras su captura en 1995, Kevin Mitnick pasó cinco años en prisión. Al salir, decidió redirigir su carrera hacia la ética y se convirtió en un hacker de White Hat y consultor de ciberseguridad. En 2011, se convirtió en copropietario y director de piratería informática de KnowBe4, una plataforma que brinda capacitación en seguridad y simulaciones de phishing.
Los talentos de Mitnick desde temprana edad
Desde una edad temprana, Mitnick mostró su talento en el ámbito de la tecnología. A los 12 años, descubrió cómo manipular el sistema de transporte público de Los Ángeles, dominando los horarios de autobuses y las tarjetas perforadas. Sus habilidades se destacaron al obtener sus propias herramientas perforadoras para disfrutar de viajes en autobús sin restricciones.
Kevin Mitnick deja un legado en la comunidad de ciberseguridad y su contribución en la lucha contra el cibercrimen es invaluable. A él le sobreviven su esposa, Kimberley Mitnick, y su hijo por nacer, recordando su vida llena de altibajos y su transformación en un defensor de la seguridad en línea.
