El esperado lanzamiento de Windows 11 no ha tenido el impacto que Microsoft esperaba. Después de casi dos años, las estadísticas revelan que solo el 23,66% de los usuarios ha hecho la transición a este sistema operativo más joven de la compañía. Mientras tanto, Windows 10 sigue liderando con un dominante 71% de cuota de mercado.
La distribución de Windows 11 se ha estancado desde abril, lo que representa un desafío para Microsoft. Aunque ha logrado atraer a algunos usuarios que migraron desde Windows 7, persuadir a los usuarios de Windows 10 para dar el salto a la última versión ha resultado complicado. Solo el 3,43% de los usuarios sigue utilizando Windows 7, lo que indica que la mayoría ha migrado a versiones más modernas.
Obstáculos en el Camino hacia Windows 11
Aunque Microsoft está promocionando activamente Windows 11, existen obstáculos técnicos y de diseño que han generado resistencia. Los requisitos, como TPM 2.0 y arranque seguro, han sido un desafío para algunos usuarios con hardware más antiguo.
Además, los cambios de diseño y la presencia de varios errores han generado cierta reticencia en aquellos que prefieren no arriesgarse a cambiar un sistema operativo que ya funciona bien.
La Fecha Límite de Windows 10: Octubre de 2025
Microsoft planea poner fin al soporte para Windows 10 en octubre de 2025, lo que plantea interrogantes sobre la rapidez con la que logrará convencer a más usuarios de migrar a Windows 11.
Aunque la empresa podría aplicar presión para fomentar la adopción, muchos usuarios podrían mantenerse firmes en su decisión de no cambiar hasta que sea absolutamente necesario.
En el mercado de sistemas operativos de escritorio, Windows sigue siendo el líder indiscutible. Sin embargo, ha experimentado una disminución en su cuota de mercado debido al crecimiento de MacOS.
Mientras que en enero, MacOS tenía una participación del 15,33%, ha logrado expandirla hasta alcanzar un sólido 21,32%. En contraste, ChromeOS y Linux siguen siendo minoritarios, con menos del 5% de participación cada uno.
A medida que la competencia en el mercado de sistemas operativos continúa evolucionando, Microsoft deberá enfrentar nuevos desafíos para mantener su liderazgo en el ámbito de escritorio y estimular la adopción de Windows 11.
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