El futuro de Google Chrome podría dar un giro inesperado. El Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ) ha presentado una demanda que busca poner fin a las supuestas prácticas monopólicas de Google.
Entre las medidas más impactantes, se incluye la exigencia de que Google venda Chrome y se aleje del mercado de navegadores por al menos cinco años. ¿Qué está en juego? Te contamos todo.
¿Por qué el DOJ apunta a Google Chrome?
El DOJ acusa a Google de utilizar Chrome como una herramienta clave para fortalecer su dominio en los mercados de búsqueda y publicidad.
Según la demanda, Google aprovecha la popularidad de Chrome, junto con otros productos como Android y YouTube, para promover su motor de búsqueda y servicios de publicidad, aplastando a la competencia.
Algunos puntos clave de las medidas propuestas incluyen:
- Google no podría firmar acuerdos exclusivos con fabricantes o editores para bloquear a otros motores de búsqueda.
- La compañía debería deshacerse de Chrome y abstenerse de volver al mercado de navegadores durante cinco años.
- Los datos de su índice de búsqueda deberían ser compartidos con competidores a un coste mínimo.
Chrome, Android y el modelo de negocio en peligro
El impacto no se limitaría solo a Chrome. La demanda también exige que Google deje de usar Android como herramienta para afianzar su dominio publicitario.
Esto significa que ya no podría imponer el widget de Búsqueda de Google en todos los dispositivos Android, lo que daría más libertad a fabricantes y usuarios.
Además, Google estaría obligado a:
- Abrir su índice de búsqueda y señales de clasificación a competidores.
- Permitir a los anunciantes exportar datos y palabras clave sin restricciones.
- Ofrecer derechos de rastreo de datos a editores y creadores de contenido.
¿Qué significa esto para los usuarios y la competencia?
Si estas medidas se implementan, podríamos ver un mercado de navegadores y motores de búsqueda mucho más diverso. Google Chrome, que actualmente domina con más del 60% del mercado, podría ceder terreno a navegadores alternativos como Firefox, Edge e incluso Safari.
Por otro lado, competidores como Bing y DuckDuckGo podrían beneficiarse al acceder al índice de búsqueda y los datos de Google.
El camino por delante: audiencias y apelaciones
Google tiene hasta el 20 de diciembre para responder a la demanda. Las audiencias judiciales están programadas para la primavera de 2025, y una decisión final podría llegar en el verano.
Incluso si el tribunal falla en contra de Google, es probable que la compañía apele, lo que podría extender el caso varios años más.
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