Durante muchos años, Nvidia fue la reina indiscutible del mercado chino de chips de inteligencia artificial, Sin embargo, ese dominio, que alcanzó el 95% de participación, se ha evaporado por completo. Recientemente su director ejecutivo Jensen Huang, confirmo que la compañía ha quedado «completamente fuera de China«, una declaración que sin lugar a duda refleja el profundo impacto de las restricciones estadounidenses a la exportación de chips avanzados.
La caída de la compañía no solo supone un golpe comercial: marca un punto de inflexión en la competencia global por el liderazgo tecnológico. Mientras Nvidia asimila la pérdida, China acelera su inversión en chips nacionales, apostando por una independencia tecnológica sin precedentes.

Nvidia pierde el mercado chino de chips de IA
La compañía estadounidense, líder en aceleradores para IA, ha pasado en menos de tres años de dominar el mercado chino a no tener presencia alguna. Las restricciones impuestas por el gobierno de EE.UU. desde 2022 prohíbe la venta de modelos como el A100, H100 y H200, que son esenciales para el entrenamiento de grandes modelos de lenguaje y sistemas de IA generativa.
En este momento, estamos completamente fuera de China, confirmó Jensen Huang durante una entrevista en un evento de Citadel Securities el pasado 6 de octubre.
Desde hace poco, Nvidia había intentado adaptarse creando versiones similares a sus chips, como el H20, diseñada para cumplir con las normas de exportación. No obstante, las investigaciones de seguridad del regulador chino bloquearon su distribución. Con ello, la empresa perdió definitivamente el acceso al mayor mercado mundial de chips para centros de datos.
Las consecuencias económicas y estratégicas para Nvidia
Antes del veto, China representaba entre el 20% y el 25% de los ingresos del segmento de centros de datos de Nvidia, lo que la llevo a generar más de 41.000 millones de dólares el último año fiscal. Su retirada podría traducirse en una pérdida anual que se estima de 8.000 a 10.000 millones de dólares.
Durante su intervención, Huang clasificó estas restricciones como un «error» y advirtió que aislar a China solo fortalecería a los competidores locales. Según el ejecutivo, el país asiático concentra cerca del 50% de los investigadores de IA del mundo, y su exclusión ralentizaría el avance global de la IA.
China acelera su camino hacia la autosuficiencia tecnológica
Como era de esperarse, la respuesta de China ha sido inmediata, gigantes como Huawei, Alibaba, Baidu, Tencent y ByteDance, están destinados recursos millonarios al desarrollo de chips de IA propios. La compañía Huawei ya ha presentado el Ascend 910B, un procesador que busca rivalizar con el H100 de Nvidia, mientras que Alibaba continúa con su línea Yitian y Baidu con su Kunlun.
El gobierno chino ha anunciado un plan de inversión de 143.000 millones de dólares hasta 2030 para impulsar su industria de semiconductores. Con ello, China busca reducir la dependencia tecnológica de Occidente y construir una cadena de suministro nacional capaz de sostener su creciente ecosistema de IA.
La exclusión de Nvidia, que parecía impensable hace solo dos años, podría ser el catalizador que acelere esta transformación. En la nueva guerra tecnológica global, el terreno se está configurando, y China parece decidida a no quedarse atrás.






































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