¿Has notado alguna vez que Windows necesita reiniciarse después de instalar ciertas actualizaciones?. Esto se debe a que la aplicación de parches en caliente no está activada por defecto en Windows. Sin embargo, con el impulso de Microsoft para mantener los sistemas actualizados y dar a los administradores de TI un mayor control sobre cuándo se reinician los sistemas, la aplicación Hot Patching de Windows se está convirtiendo en una práctica cada vez más aceptada. Pero, ¿qué es exactamente la aplicación de parches en caliente y cómo funciona?
La aplicación de parches en caliente o Hot Patching en ingles, es un método para actualizar el software sin tener que reiniciar el sistema operativo. Con la aplicación de parches en caliente, un administrador puede aplicar actualizaciones de seguridad y no de seguridad a un sistema en funcionamiento sin necesidad de reiniciarlo. Microsoft introdujo la aplicación de parches en caliente con Windows 10, y ahora también es compatible con Windows Server 2019 y Windows Server 2016.
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Cómo funciona la aplicación Hot Patching de Windows
La aplicación de parches en caliente se consigue utilizando archivos de bibliotecas de vínculos dinámicos (DLL) para aplicar parches al software en ejecución.
Cuando hay disponible una nueva versión de una biblioteca, Windows analiza las diferencias entre la versión antigua y la nueva mediante una herramienta llamada Winsxs.
A continuación, los cambios necesarios se aplican a todas las aplicaciones en ejecución que utilicen la biblioteca mediante la actualización de los metadatos de la aplicación.
Esto significa que cuando una aplicación llame a una DLL concreta, Windows redirigirá la llamada a la versión más reciente de la biblioteca.
Beneficios del Hot Patching
El Hot Patching ofrece varias ventajas a los administradores informáticos. En primer lugar, proporciona un mayor control sobre cuándo se reinicia un sistema.
Esto puede ser especialmente beneficioso en sistemas críticos, donde un reinicio puede causar problemas de rendimiento. Además, la aplicación de parches en caliente también ahorra tiempo.
No es necesario esperar a que el sistema se reinicie después de aplicar una actualización, lo que puede reducir enormemente el tiempo de inactividad.
La aplicación de parches en caliente también mejora la fiabilidad de las aplicaciones. Como una aplicación no necesita reiniciarse para aplicar una actualización, puede seguir funcionando con normalidad.
Esto es especialmente importante para los sistemas que requieren un funcionamiento continuo sin tiempo de inactividad, como los sistemas de procesamiento de datos en tiempo real.
Limitaciones del parcheado en caliente
Aunque el parcheado en caliente ofrece muchas ventajas, hay que tener en cuenta algunas limitaciones. Para algunas actualizaciones, el parcheado en caliente puede no ser posible.
Las actualizaciones que requieren cambios en el núcleo o en los ejecutables de Windows, como las relacionadas con boletines de seguridad, sí requieren un reinicio.
Además, cuantos más cambios se realicen entre la versión antigua y la nueva de una DLL, mayor será el riesgo potencial de fallo de la aplicación. Los administradores informáticos deben considerar detenidamente estos factores antes de implantar el parcheado en caliente.
En definitiva, el Hot Patching de Windows es una práctica cada vez más aceptada para actualizar y mejorar el software y le permite al administrador actualizar las aplicaciones en ejecución sin necesidad de reiniciar el sistema.
Esto por supuesto, puede reducir el tiempo de inactividad y mejorar la fiabilidad de las aplicaciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas limitaciones antes de implantar la aplicación de parches en caliente, por lo que los administradores informáticos deben evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios potenciales.
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