La década de reinado del Banco Silicon Valley (SVB) terminó abruptamente el 10 de marzo de 2023, cuando la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) anunciaron que el banco había sido intervenido por la FDIC y que los depósitos de sus clientes se transferían a otras instituciones.
La noticia de la quiebra del Banco Silicon Valley marcó el final de un período de impresionante crecimiento y éxito que comenzó a principios de la década de 1980, y el inicio de una nueva era de incertidumbre y especulación.
Causas de la quiebra del Banco Silicon Valley
El banco ha sufrido dos impactos significativos en el último año. Por un lado, la caída del valor de las acciones tecnológicas y por otro, la subida agresiva de los tipos de interés en Estados Unidos para combatir la inflación.
Para generar ganancias seguras, SVB había invertido en bonos de renta fija. No obstante, el aumento de los tipos de interés provocó la disminución del valor de estos bonos y, a su vez, la pérdida de valor en la inversión de SVB.
La situación se complicó aún más con la retirada de los depósitos de los clientes que necesitaban financiación debido a la falta de liquidez. SVB no pudo mantener los bonos durante años y tuvo que venderlos a pérdida para hacer frente a la demanda de los clientes.
En consecuencia, el banco anunció que necesitaba recaudar US$2.250 millones para cubrir sus pérdidas, lo que provocó pánico y desencadenó la retirada masiva de fondos por parte de los clientes.
Esto llevó a una caída del 60% en las acciones de SVB. Casi el 90% de las cuentas del Silicon Valley Bank se vieron afectadas por el pánico, ya que los depósitos superaban la cantidad asegurada de US$250.000, lo que llevó a temores de una quiebra del banco que provocaría la pérdida total del dinero de los clientes y empresas.
Circunstancias que contribuyeron a la caída del Banco Silicon Valley
La quiebra del Banco Silicon Valley ha planteado una serie de cuestiones importantes. La más apremiante de ellas es si la absorción del banco por la FDIC puede servir de lección a otras instituciones financieras sobre cómo evitar un destino similar.
La respuesta a esta pregunta es compleja, pero se pueden obtener algunas ideas examinando las circunstancias que contribuyeron a la caída de SVB.
- En primer lugar, parece que SVB operaba con muy poca liquidez, lo que significa que dependía en gran medida del capital invertido por un único inversor en lugar de sus propios recursos internos. Es posible que el banco tuviera una cantidad limitada de activos y no dispusiera de los activos financieros necesarios para cubrir posibles pérdidas en caso de crisis de liquidez.
- Esto sugiere que Banco Silicon Valley podría haber estado operando con un ratio de apalancamiento demasiado alto, dejándolo vulnerable a las pérdidas en caso de caída del mercado.
- En segundo lugar, es posible que los clientes de SVB, muchos de los cuales eran conocedores de la tecnología y estaban siempre conectados, hayan contribuido a la caída del banco.
- Con su rápido acceso a la información sobre el rendimiento del banco y la capacidad de mover sus depósitos rápidamente, los clientes de SVB probablemente desempeñaron un papel en la retirada de depósitos en pánico que precedió a su eventual colapso.
- En tercer lugar, la quiebra de SVB pone de relieve la necesidad de que los bancos diversifiquen sus inversiones y tengan suficientes recursos a mano para cubrir posibles pérdidas.
- A pesar de que la Reserva Federal seguía subiendo los tipos de interés, la cartera del SVB contenía un gran porcentaje de inversiones no tradicionales, como bonos emitidos por empresas tecnológicas que no cotizaban en bolsa. Esta falta de diversidad exponía al banco a un mayor riesgo de pérdidas si el mercado se desplomaba, como finalmente ocurrió.
- Por último, el colapso del SVB no sólo fue una lección para las instituciones financieras, sino para todos los inversores.
- Tras la crisis, es cada vez más importante que los inversores tengan en cuenta los riesgos potenciales asociados a cada inversión y diversifiquen sus carteras entre distintas clases de activos. Al diversificar sus carteras, los inversores pueden minimizar el riesgo de pérdidas en caso de caída del mercado.
La quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) sirve de advertencia tanto para las instituciones financieras como para los inversores particulares sobre la necesidad de mantener suficiente liquidez, diversificar las inversiones y vigilar de cerca el rendimiento de sus bancos. La comprensión de estas lecciones puede evitar futuros colapsos de las instituciones financieras.
Su consejero delegado ya sabía lo que iba pasar
El CEO del Silicon Valley Bank, Greg Becker, realizó una transacción que levantó sospechas poco antes de que la entidad fuera intervenida por los reguladores el pasado viernes. Becker vendió acciones del banco por valor de 2.11 millones de euros el 27 de febrero, tan solo dos semanas antes del colapso de la entidad.
La venta de acciones estaba dentro del programa 10b5-1, que permite a los ejecutivos programar ventas y evitar sospechas de negociación con información privilegiada. Becker presentó el programa a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) el 26 de enero, seis semanas antes de la caída del SVB.
Aunque la SEC endureció recientemente sus reglas, incluyendo un período de espera de 90 días antes de ejecutar ventas, estas entraron en vigor el 27 de febrero, justo el mismo día en que el CEO del SVB vendió sus acciones. Actualmente, tanto el Departamento de Justicia de EE. UU. como la SEC están investigando al SVB.
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